IKASLEEK EMANDAKO MIKROIKASTAROAK
TUTORETZA SAIOAN
Ezin da da esan, hitzez hitz, berdinen arteko tutoretza saioa denik,
baina gogora dezagun Greenwood-en (1998) hausnarketa hau, Durán-ek eta
Vinyet-ek (2004) aipatua: “…(berdinen arteko tutoretzak) ikasteko giro
erosoagoa errazten du”. Vigotsky-k, esperientzia hauen balio kognitibo eta
afektiboa hartzen ditu aintzakotzat, bereziki gizartean elkarrekin bizitzea eta
heziketa-prozesuaren arteko lotura dialektikoa.
Egia da papiroflexia zein alfabeto zirilikoa ikastea ez zela
mikroikastaro hauen helburua, ikasi egiten den arren, noski, eta arestian
aipaturiko premisa batzuk bete ere bai. Baina ez da irakasle batek
planifikatutako DBHko 4.mailako curriculum-edukia. Mikroikastarootako
ikasle-emaleek, Hizkuntza ikasgaian bereziki lantzen diren hainbat
komunikazio-gaitasun jarri zituzten indarrean, zalantzarik gabe, baina asmo
xume eta arruntagoa dugu hau. Bat-batekoagoa, baina oso probetxugarri eta
gomendagarriagoa.
Eta,
gainera, honako hau ere ikasi dugu: papiroflexia, izur perfektua lortu arte,
saiakera makina bat behar duen artea da, eta alfabeto hutsa izan daiteke
nazio-nortasuna indartzeko tresna politikoa.
DBH4.Tutorea
MICROCURSILLOS IMPARTIDOS POR ALUMNOS
EN LA SESIÓN DE TUTORÍA
No se puede decir que se trate de una experiencia de tutoría entre
iguales en estricto sentido. Simplemente recordaremos esta reflexión de
Greenwood (1998), citado por Durán y Vinyet (2004). “...(la tutoría entre
iguales) proporciona un ambiente más cómodo para aprender, ya que los alumnos
interactúan con otro igual a ellos”. Vigotsky valora los beneficios cognitivos
y afectivos que conlleva este tipo de aprendizajes, especialmente el vínculo
dialéctico entre el proceso educativo, y el de convivencia en sociedad.
Es cierto que el objetivo principal de estos microcursillos no era el
aprendizaje, en este caso, de la papiroflexia y del alfabeto cirílico, aunque
este aprendizaje se produce, evidentemente, y se cumplen algunas de las
premisas citadas anteriormente. Pero no se trata de un contenido curricular de
4º curso de ESO, planificado por el profesor de un área cualquiera. Aunque los
alumnos que impartieron los microcursillos tuvieron que poner en práctica
ciertas competencias comunicativas que se trabajan, con especial intensidad, en
el área de Lengua, se trata de algo mucho más simple y pedestre. Más
improvisado, si bien muy útil y recomendable.
Esta experiencia se desarrolló en dos sesiones de la hora semanal de
Tutoría grupal, a razón de ½ hora por microcursillo y sesión. Y fue una
propuesta de un miembro del grupo, acogida con entusiasmo por el resto de
alumnos. Primera conclusión de esta experiencia: las propuestas de iguales son
mucho mejor acogidas que las del tutor. Nada nuevo! Pero la verdad es que yo
también estaba encantado de ceder el protagonismo de la clase, por una vez, o,
mejor dicho, una vez más, a mis alumnos.
¿Por qué otros motivos me parece recomendable esta experiencia? Mejora
notablemente el ambiente de la clase, el tutor “desaparece” como tal, y se
convierte en receptor del aprendizaje. El mediador entre lo que se va a
aprender y los que aprenden es un miembro del grupo, lo cual se puede aplicar a
sesiones de otras áreas; el trabajo colaborativo brota de forma natural, ya que
los alumnos, espontáneamente, se ayudan unos a otros, y descubrimos destrezas
desconocidas hasta ahora en algunos de ellos. Alumnos que tal vez pasan
“desapercibidos” en clases más formales se convierten en protagonistas, y se
les valora de una forma más positiva. Sin duda, todo esto quedará en el ADN del
grupo, y contribuirá a enriquecer y facilitar la implementación de metodologías
activas.
Y, además… hemos aprendido que la papiroflexia es un arte que requiere
multitud de ensayos hasta lograr el pliegue perfecto, y que un simple alfabeto
puede ser un instrumento político de autoafirmación nacional.
Tutor DBH4
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